Recientemente la famosa FDA (Food and Drug Administration) ha prohibido el uso del antibiótico cefalosporina para el engorde de ganado o de aves de granja. Con esta medida se pretende frenar el incremento de cepas resistentes a los antibióticos, uno de los principales problemas emergentes en el campo de la salud pública ya que la panoplia de antimicrobianos efectivos en el tratamiento de las infecciones está disminuyendo. Son muchos los grupos de investigación que buscan alternativas para tratar a esos patógenos tan peligrosos. En un reciente artículo que será publicado en el próximo número de Microbiology Today (http://www.sgm.ac.uk/pubs/micro_today) Patricia Veiga-Crespo y Tomas Villa resumen las iniciativas que se están llevando a cabo en el campo de la fagoterapia. Los primeros trabajos han sido realizados en acuicultura, biocontrol agrícola y medicina veterinaria. Así se han obtenido éxitos en el tratamiento de septicemias aviares y meningitis en terneros. La FDA ha permitido el uso de fagos en la producción de queso y vino, y también su uso en colirios y dentífricos. Otra estrategia es la de utilizar enzibioticos: enzimas líticas provenientes de fagos utilizadas como agentes antibacterianos. En este caso se está intentando mejorar su estabilidad y vida media así como comprobar que su posible actividad inmunogénica sea débil.
Resumen realizado por:
Manuel Sánchez
Profesor Contratado Doctor
Departamento de Producción Vegetal y Microbiología
Universidad Miguel Hernández
Resumen realizado por:
Manuel Sánchez
Profesor Contratado Doctor
Departamento de Producción Vegetal y Microbiología
Universidad Miguel Hernández
No conocía los enzibióticos, ¿sería algo así como enriquecer alimentos con lisozimas? Si es algo así no termina de parecerme demasiado bueno, sigue siendo parte de la hipótesis de la "reina roja". Al final volverán a aparecer cepas resistentes a estas enzimas... y vuelta a empezar.
ResponderEliminarMe pregunto si también se estará pensando en usar transposones...
Hola Raven
ResponderEliminarSí, sería algo parecido a lo que dices. Efectivamente es probable que surjan microorganismos resistentes con el tiempo, aunque al afectar a los biopolímeros que componen las envolturas celulares será algo más difícil que aparezcan esas resistencias (es más fácil modificar el centro activo de una enzima como las PBPs pero que sigan haciendo peptidoglicano, que modificar el peptidoglicano para que deje de ser sensible a un enzibiótico). En realidad es una herramienta antibacteriana más, y de esas nunca sobran.
Saludos